Detrás del Espejo

Detrás del Espejo

domingo, 7 de diciembre de 2014

Sofía - Bulgaria





Bulgaria, Sofía, Plaza de homenaje a la revolución rusa. Sueños rotos.
Grupos escultóricos: un campesino y un trabajador saludan a un militar. El militar trae flores. Rostros felices, triunfantes.
Una mujer soldado con un arma en su mano izquierda, también sonríe.
Una familia: madre eleva a su hijo pequeño en gesto de festejo. Hijo mayor con una cesta de pan.
Alegría de metal abandonada en una ciudad triste que hoy es parte del bloque capitalista llamado Unión Europea.
Un trabajador y un soldado se besan. Plaza monumental y desierta.
Una joven condecora con una flor a un militar de alto rango.
Algunas rampas de skates, también desiertas, pocos grafitis.
¿Será que esto sólo me importa a mí que soy un turista también en las historia?
Todas las esculturas sonríen, los humanos no.
Hace frío, la ciudad está dominada por la arquitectura soviética: igual igual igual igual, ahhhh.
Sigo creyendo que un sistema económico debe estar al servicio de la felicidad del pueblo, pero... ¿es que esa felicidad se compra en Mc Donalds?



Estambul

























Caminando sin rumbo y sin pausa, en una noche temprana,
una sombra cargada de humo nos atrajo, a los vientos perfumados,
pasado presente futuro, de un Estambul eternamente bello.
Té, café, gatos y la mejor compañía.
Entonces irrumpe también por los aires de la oración la llamada.
¿Donde estoy? ¿En qué tiempo dentro del tiempo mi corazón se estira?
Feliz, feliz, feliz.
Estambul nos abraza con su ritmo doido, aconchegante, requintado.
Estambul somos,
como tantos que fueron,
como tantos que son,
como las aguas que siguen corriendo entre estas piedras ancianas sin dejar de ser jóvenes,
me sumerjo,
en el agua,
en el humo,
en el tiempo.