Detrás del Espejo

Detrás del Espejo

viernes, 22 de abril de 2011

LA TRAVESTI Y EL ÁNGEL GABRIEL


Ella: Mirá querido, sos un chongo divino, me encantó toda la noche, además te vi redivertido, que te soltaste pila, se ve que tenías millones de plumas acumuladas. (Gabriel intenta hablar) Ch, ch… No querido, no se interrumpe a una dama y menos, como vos decís, a una futura madre. Así que… ¿en qué estaba?... ¡Ah! Claro… Nada, que me encantó conocerte y que me parece genial la onda que tenés, mis amigas te adoran, hasta yo te agarré cariño, pero como verás ya es de día y me tengo que ir a dormir, ¿cómo sostener toda esta belleza sin el adecuado descanso? Así que chaucito, tenés mi celular, cualquier cosa nos encontramos otro día.

Gabriel: Voy contigo.

Ella: ¿Eh?

Gabriel: No tengo dónde quedarme bendita tú eres…

Ella: ¿Pero no sos un ángel? ¿No tenías recursos?

Gabriel: Ayer renuncié.

Ella: ¡Mi amor! A los recursos no se renuncia nunca. Al final voy a terminar creyendo que sos un ángel pero por lo boludo.

Gabriel: Los ángeles no son boludos, no tienen sexo.

Ella: Quiere decir tonto. Y por lo visto y por lo que recuerdo vos en eso estás muy bien.

Gabriel: (ruborizado) Gracias.

Ella: ¡Ay! Sos un encanto ¿sabés? Pero en la pensión no me dejan llevar chongos, por una cuestión de orden; no es de mala, es que no puedo.

Gabriel: Mirá, tengo plata.

Ella: ¿El vale de retiro? Se ve que el cielo factura bien.

Gabriel: Dejame que esté contigo. Buscamos otro lugar. Puedo trabajar; además vas a precisar ayuda.

Ella: Mirá, no sé si no me entendés pero la historia del chongo azul ya me la comí varias veces. Muchas gracias pero no. Amigos como siempre, la noche nos juntará, pero no, no quiero perder los buenos recuerdos de anoche, querido, besito y ¡chau!

Gabriel: No te animás a amar…

Ella: (Se detiene en seco y abrupta) Me animé tantas veces que me quedé sin ganas. ¡Imbécil! (Saca un cuchillo) ¡Rajá de acá!

[Fragmento de algo que estoy escribiendo ahora]


Nota: Foto de Marcel Duchamp travestido en Rrose Sélavy tomada por Man Ray en 1921. Más info: aquí, aquí y aquí.

domingo, 17 de abril de 2011

QUE REVIENTEN LOS ARTISTAS

  

 

 
 
 
 
 
 
¿Dónde quedó la contracultura?

Hace días que la pregunta me ronda en la cabeza, en el cuerpo, en las manos. Me ronda, me cerca, me sigue como una sombra, silenciosamente gritona. Me mira con sorna y exige que me ocupe de ella. Así que acá vamos...
En 1953 William Burroughs publica luego de fatigar pacatas editoriales y gracias a los buenos oficios de Allen Ginsberg "Yonqui", un libro del que se vendieron 1 millón de copias a lo largo de la década. Una obra que retrata el mundo de la droga, de la adicción, de las otras sexualidades. Una obra que rompe la imagen del american dream de los 50, que parte todos los paradigmas de la literatura hasta el momento. Luego vendrán más de él (Queer, Naked Lunch) y de sus dilectos congéneres: Kerouac, Ginsberg, Giorno, y otros. Y seguirá todo el desarrollo de la generación beat, los 60, las revoluciones políticas, sexuales, culturales, lingüísticas, raciales, y las esperables reacciones de contrareforma; el desesperado interés del establishment por seguir siéndolo.

Los artistas, del formato que sean, realizaban sus obras para cambiar el mundo, para decir algo diferente, para poner un objeto en el mundo que no estuviese, que fuera nuevo, incomparable, radical. El Arte participaba de la revolución, y no precisamente porque los revolucionarios políticos le hubieran dado lugar; la revolución del arte, la revolución verdadera del arte fue en el campo de la contracultura. Es decir, la lucha contra el statu quo, fuera del color que fuese, la invención de nuevas formas de relacionamiento y sensibilidad, de autocomprensión y de sentido. Nuevas formas de asociación económica, de producción y distribución.
John Giorno, el poeta norteamericano, inventó por ejemplo "Dial a Poem", ¿en qué consistía? Bueno, sencillamente en llamar a un número de teléfono y escuchar de boca de alguno de los poetas contemporáneos del momento la grabación de alguno de sus poemas. Como Warhol, como todos los de esta época, la lucha y la creación implicaba la utilización de los medios de la industria cultural del momento pero para subvertirlos, para decir otra cosa, para instaurar otro mundo posible.

Por eso la pregunta me sigue gritando en el oído, ¿dónde quedó la contracultura hoy?, ¿dónde está en mi país y en el campo artístico al que pertenezco?, cuando vemos que muchos artistas hacen cola para el puestito y el sueldo fijo, cuando para muchos lo que importa es ser exitoso y por esto se entiende ganar dinero y salir en las revistas, ser parte de la programación oficial.
Y no reivindico de ninguna manera el ideal de la pobreza; obvio que necesitamos dinero para crear, pero otra cosa es crear por dinero.
"Los verdaderos artistas revientan siempre. Muchos se han suicidado porque no soportaban el mundo exterior. En mi concepto del arte, los artistas deben morir porque la creación debe suponer la descomposición del individuo, pero hay demasiados artistas oficiales cercanos al poder, como en este festival". (Tadeusz Kantor, nota completa aquí)

La anécdota cuenta que el título del espectáculo de Kantor (¡Qué revienten los artistas!) fue el grito de enojo de una vecina frente al ruido que hacían los benditos artistas mientras ensayaban. Ruido que perturbaba descanso, su comodidad y su sueño. Creo que la función del arte tiene que ver con generar incomodidad, con despertarnos del sueño dogmático, con advertirnos de los falsos descansos de nuestros cuerpos, conciencias y corazones. Y este es el verdadero caracter subversivo del arte.
Por supuesto esto puede realizarse en el formato que sea. Ya sea apelando a la risa, al llanto, a la razón, a los miedos, al tabú. A lo que sea necesario para llegar a ese otro (público/espectador) que es el destinatario de la obra. Aquel que cierra el ciclo de sentido de la misma.

El arte no es otra cosa que mantener una conversación interesante con alguien que vale la pena. De diferentes formas, en diversos soportes tratamos de entender el misterio de ser quien somos y de estar donde estamos. Ojalá este espacio se vuelva una conversación interesante entre nosotros. Salú.

Nota: Más información sobre Kantor acá