miércoles, 22 de mayo de 2013
Jack Kerouac: Belief and technique for modern prose
1. Scribbled secret notebooks, and wild typewritten pages, for yr own joy
2. Submissive to everything, open, listening
3. Try never get drunk outside yr own house
4. Be in love with yr life
5. Something that you feel will find its own form
6. Be crazy dumbsaint of the mind
7. Blow as deep as you want to blow
8. Write what you want bottomless from bottom of the mind
9. The unspeakable visions of the individual
10. No time for poetry but exactly what is
11. Visionary tics shivering in the chest
12. In tranced fixation dreaming upon object before you
13. Remove literary, grammatical and syntactical inhibition
14. Like Proust be an old teahead of time
15. Telling the true story of the world in interior monolog
16. The jewel center of interest is the eye within the eye
17. Write in recollection and amazement for yourself
18. Work from pithy middle eye out, swimming in language sea
19. Accept loss forever
20. Believe in the holy contour of life
21. Struggle to sketch the flow that already exists intact in mind
22. Dont think of words when you stop but to see picture better
23. Keep track of every day the date emblazoned in yr morning
24. No fear or shame in the dignity of yr experience, language & knowledge
25. Write for the world to read and see yr exact pictures of it
26. Bookmovie is the movie in words, the visual American form
27. In praise of Character in the Bleak inhuman Loneliness
28. Composing wild, undisciplined, pure, coming in from under, crazier the better
29. You're a Genius all the time
30. Writer-Director of Earthly movies Sponsored & Angeled in Heaven
jueves, 2 de mayo de 2013
INFAUSTA MODERNIDAD por Leonardo Flamia
INFAUSTA MODERNIDAD
por Leonardo Flamia


Por estos años (alrededor de 1770) es que Goethe se encuentra con Herder, quien
le publica una nota acerca de la arquitectura gótica en una publicación
programática del Sturm und Drang,
un movimiento que sería un importante mojón en la renovación de la literatura alemana primero, y europea
después. La doctora Ilse M. de Brugger
decía de este movimiento: “Su rebelión
se dirigió tanto contra el riguroso predo- minio de la razón como contra la
estrechez de la vida político social,
contra los tabúes y nor- mas que traban
la existencia burguesa e impedían
el libre desarrollo del individuo en su
carácter de hombre íntegro. Estos
jóvenes –muchos de los cuales tuvieron que luchar por el sustento- lanzaron sus hostiles
gritos contra uno de los peligros máximos de la edad moderna: la
“funcionalización” del hombre.”
Es bajo este “marco espiritual” que Goethe escribe Urfaust, un texto para escena que luego estaría desaparecido
por más de un siglo. Por
supuesto que Goethe, ya instalado
en Wei- mar y “superados” los excesos de juventud, publicará la primera parte del poema sobre la misma anécdota de Fausto en
los primeros años del siglo XIX para pasar a la inmortalidad.
¿FAUSTO POSMODERNO?
Es interesante que a principios del siglo
XXI, ya bien instalados en la crisis de la “modernidad” (posmodernidad,
modernidad líquida, proyecto inacabado, bla,
bla, etcétera, etcétera), se
apele a este Fausto del primer Goethe
que de hecho cuestionaba “el riguroso
predominio de la razón” o la “funcionalización
del hombre”, características
centrales de la modernidad, cuando ésta recién empezaba a tomar conciencia de
sí misma como tal (pocos años después
Hegel empezaría a publicar sus obras más importantes). Es el propio Juan
Sebastián Peralta, director de la
versión de Urfaust que va en el Teatro Victo- ria, el que hace el paralelismo:

Por otra parte esta obra de Goethe
se presta para una versión que abreve en
una estética expresionista, estética que surge en las primeras décadas del siglo
XX, cuando la Gran Guerra hacía
trizas la fe en el progreso continuo y ponía en riesgo el
orden europeo burgués. Estética de “visionarios” que “no
miraban sino que veían, no fotografiaban sino que tenían
visiones”, y que afirmaban que:
“nadie pone en duda que lo verdadero no
puede ser aquello que se nos aparece
como la realidad ex- terna. La realidad debe
ser creada por nosotros”. Estética repleta de obras con doctores siniestros o diabólicos (Caligari, Mabuse,
Scapinelli) y estudiantes insatisfechos
(El estudiante de Praga).
En la versión de Urfaust que dirige Peralta se dibujan los rasgos más expresionistas just a m e n t e e n l
o s p e r s o n a je s “diabólicos”
(Mefistófeles) o en los que transitan en los límites del “mal” (Fausto y
Marta). Actuaciones exasperadas por momentos, exageradas, que sirven para
ilustrar las crisis internas de los personajes y para bloquear los diálogos y
más bien plantear “monólogos contrastantes
que chocan entre sí” (así Fausto solo
escucha sus deseos y es fácilmente manipulado por Mefistófeles). En este
sentido parece ideal el trabajo de Germán Weinberg como Fausto, y
principalmente, con menos énfasis expresionista quizá pero con una contundente manifestación de sensualidad
“carnal”, se destaca Florencia Caballero como Marta. No tan nítido parece
el carácter picaresco del Mefistófeles
de Gabriel de Souza. La contraparte relevante desde el punto de vista
actoral lo brinda Paola Larrama como Margarita, manifestación de la ingenuidad
a “corromper” por el mal.








(Publicado en "Voces del Frente", jueves 4 de abril de 2013, pag. 30)
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